top of page
1. Relaciones de México con Estados Unidos y Canadá
Heredia.jpg

¿Los tres alegres compadres? Expectativas y realidad de la Cumbre de Líderes de América del Norte*

Carlos Heredia Zubieta

Profesor asociado en la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE)

 

 

 

 

Del 9 al 11 de enero de 2023 se llevó a cabo en la Ciudad de México el encuentro del primer ministro canadiense Justin Trudeau con los presidentes de Estados Unidos y de México, Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente.  Los temas abordados han sido el fortalecimiento de cadenas productivas regionales para una mayor competitividad, el cambio climático y el medio ambiente, la migración y el desarrollo, la seguridad y el combate al tráfico de fentanilo y otras drogas sintéticas, la salud postpandemia, diversidad, equidad e inclusión de pueblos originarios.

Habitualmente, la reunión cimera ha sido descrita como de ‘los tres amigos’ o compadres, como telón de fondo que da fluidez a las negociaciones y otorga una base de confianza para hacer de América del Norte la región ‘más competitiva del mundo’.  Mostraron sonrisas hacia afuera, enviando un mensaje de unidad.

La cruda realidad, sin embargo, dista de ese panorama optimista. En la cumbre se realizaron tanto reuniones bilaterales como de tres, y en todos los casos es presumible suponer que se plantearon disputas y temas contenciosos, aunque no se hayan reflejado en los comunicados oficiales, siempre tersos y diplomáticos.

El potencial de seguridad energética, producción compartida, competitividad regional y global, e innovación tecnológica, es enorme, pero los desacuerdos entre gobiernos y las dificultades políticas internas parecen obstáculos insalvables.  

Como lo han señalado varios analistas, la disputa energética entre Washington y Ottawa, por un lado, preconizando energías limpias, y México impulsando, en contraposicion, energías fósiles, nos ha colocado en la antesala de un panel que podría resultar muy costoso para México, e inquietante para Estados Unidos.  Adicionalmente, en lo que de manera inusitada imprime continuidad a las políticas migratorias instrumentadas por el gobierno del presidente Donald Trump, antes de iniciado el encuentro en Ciudad de México, el gobierno del presidente Biden anunció de manera unilateral que el gobierno de México aceptó recibir a 30 mil migrantes por mes, que serán deportados por Washington a territorio mexicano, lo que nos convierte de nuevo en ‘tercer país seguro’ sin haberlo firmado formalmente. 

El gobierno de AMLO incluso se dio el lujo de despreciar el dinero que Estados Unidos ofreció para ‘atender’ a quienes proceden de Venezuela, Nicaragua y Haití, en aras de una supuesta autonomía en la toma de decisiones.  Esa ‘autonomía’ no pasa de ser un recurso retórico, pues ambos gobiernos saben que las personas deportadas acabarán en el abandono, sujetas a ser víctimas del reclutamiento forzoso como sicarias o destinadas a la trata de personas por parte del crimen organizado y las bandas delincuenciales que proliferan desde Tijuana, en los límites con California, hasta Matamoros en la frontera con Texas.  

El primer ministro Trudeau advirtió previo a su llegada que AMLO debe aceptar que forma parte del Tratado México-Estados Unidos-Canadá, y que debe cumplir los compromisos emanados del pacto trinacional. Su advertencia no parece haber modificado la inveterada costumbre del mandatario mexicano para introducir en la reunión trilateral temas que no vienen al caso, como el esquema de sustitución de importaciones, propio de su visión del mundo de hace medio siglo, o la inclusión de América Latina en negociaciones radicadas en América del Norte.  Si agregamos las dificultades políticas que enfrentan en casa los tres mandatarios, quizá no quede mucho espacio para los anhelos integracionistas.

El Partido Republicano se propone hacerle la vida imposible a Biden

Subestimar a un político en dificultades nunca ha sido una buena receta.  No funcionó en las elecciones intermedias del 8 de noviembre de 2022, cuando se esperaba una ‘oleada roja’ que sepultaría a los demócratas y al presidente Joe Biden. Su liderazgo fue sobresaliente: los demócratas ampliaron su ventaja en el Senado, del empate 50/50, a 51 escaños (conquistaron uno en Pennsylvania), lo que le otorga, así sea de manera acotada, un margen de maniobra inesperado para nuevos nombramientos judiciales y diplomáticos.  Sin embargo, los demócratas perdieron la mayoría en la Cámara de Representantes, cuyo resultado les dio 212 asientos frente a 222 del viejo partido republicano (un asiento quedó vacante por la muerte de un congresista).  Lo que siguió fue una nueva vergüenza para la política estadounidense: se necesitaron 15 rondas de votación para la elección del congresista Kevin McCarthy, republicano de California, como presidente de la Cámara Baja.  La división interna entre trumpistas y republicanos tradicionales augura un camino extremadamente complicado para los propios republicanos, para Biden y para Estados Unidos. No es precisamente un contexto propicio para llegar a acuerdos internos, mucho menos para instrumentar acuerdos con los países vecinos socios del TMEC.

Este tipo de reuniones no reciben habitualmente gran cobertura de los grandes medios de comunicación estadounidenses, y ahora no fue la excepción. Si acaso, entre corresponsales estadounidenses mencionaron que el traslado del presidente Biden del aeropuerto Felipe Ángeles, en Santa Lucía, municipio de Zumpango, a 51 kilómetros de la exclusiva zona de Polanco en la capital mexicana, hasta el hotel donde se hospedó, se encontró con ‘muchos baches’. Ello parece una alegoría del camino que le espera a los tres compadres para el cumplimiento de acuerdos.

Trudeau no está exento de problemas, pero confía en el liderazgo femenino

Justin Trudeau fue electo como el Primer Ministro número 23 en la historia de Canadá el 19 de octubre de 2015, y ganó su reelección con el Partido Liberal en los comicios sostenidos en 2019 y 2021, en sendos gobiernos minoritarios. Ha sido interlocutor de los presidentes estadounidenses Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden, y de los presidentes mexicanos Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.  Así, es el más longevo de los tres mandatarios de América del Norte y en 2023 deberá completar ocho años de gobierno.

Ello no lo exenta de cuestionamientos a su gobierno, que es criticado acremente por la oposición en políticas públicas sobre la fiscalidad y el endeudamiento, la migración, la caída de la clase media canadiense, y una mayor polarización política y social que, dicen algunos, podría conducir a la inestabilidad.  Trudeau enfrentó y sobrevivió una masiva oposición de camioneros y otros manifestantes que en febrero de 2022 bloquearon caminos y paralizaron numerosas ciudades en protesta por diversas medidas en torno a la pandemia de Covid-19. 

Las encuestas más recientes en Canadá (https://bit.ly/3GX5Ait) muestran que, si hubiese hoy una elección, los Conservadores obtendrían 141 asientos por 139 de los Liberales, quienes no podrían mantener a su lado a los aliados progresistas que han acompañado a Trudeau en años recientes. En este escenario, correspondería a los partidos minoritarios (Nuevo Partido Democrático NDP, Bloque Quebequense y Partido Verde) pronunciarse para romper el virtual desempate y permitir formar gobierno, sea a los conservadores o a los liberales.  Esta intención de voto, sin embargo, está planteada bajo los actuales liderazgos partidistas, lo que podría cambiar para dar paso a una candidatura femenina innovadora. 

Hay que dar crédito a Trudeau que, en su gobierno, y en alguna medida en la propia Cumbre de Líderes, ha favorecido el liderazgo de su viceprimera ministra y ministra de finanzas, Chrystia Freeland; de su ministra de asuntos internacionales, Mélanie Joly, y de la ministra de Comercio Internacional, Promoción de Exportaciones, Pequeñas Empresas y Desarrollo Económico, Mary Ng.

HerediaFotos1.jpg
HerediaFotos2.jpg
HerediaFotos3.jpg

Freeland, Joly y Ng (fotos: Gobierno de Canada, fuente: https://pm.gc.ca/en/cabinet

Este liderazgo femenino en la política canadiense se ha reflejado desde que el propio Trudeau tomara posesión. Cuando le preguntaron la razón de presentar un gabinete paritario, con el mismo número de hombres y mujeres, respondió ‘estamos en 2015’.  Aunque no hay nada escrito y las cosas podrían cambiar, Freeland -la primera mujer en encabezar el crucial Ministerio de Finanzas- podría buscar el liderazgo Liberal para convertirse en su abanderada en la próxima elección, de no contender el propio Trudeau. Ella goza de una buena reputación ante el público canadiense, ha negociado tratados clave con México y Estados Unidos y con la Unión Europea, e instrumentado la posición canadiense tras la invasión de Putin a Ucrania, para ayudar a este país e imponer sanciones a Rusia.  

Los derechos de los pueblos indígenas también han sido incluidos por la delegación canadiense en esta décima Cumbre de Líderes de América del Norte en 2023, llevando a cabo un encuentro entre dirigentes indígenas de México y de Canadá, en la que conspicuamente no hubo participantes estadounidenses.  En Canadá hay un vivo debate sobre los derechos y recursos territoriales, patrimoniales, políticos y culturales de los pueblos indígenas autóctonos (que incluyen a las primeras naciones, los Inuit de los territorios del Noroeste y la región Ártica, y los Métis, que vienen del mestizaje entre indígenas y europeos), quienes siguen siendo los sectores más pobres y menos educados en el seno de la nación canadiense.

AMLO: exigir afuera lo que no se otorga adentro

El presidente López Obrador insistió en los días previos a la Cumbre, que plantearía a sus homólogos estadounidense y canadiense, que deberían poner mayor atención y apoyar más a los países latinoamericanos del resto del hemisferio, proponiendo una Alianza para la Prosperidad de los Pueblos de las Américas. Este planeamiento no llegó muy lejos. Biden señaló que Estados Unidos ha invertido miles de millones de dólares en apoyo a países del hemisferio en los últimos 15 años, y Trudeau subrayó que los socios del TMEC deberían respetar las reglas y cumplir sus acuerdos, antes que tratar de expandir su cobertura territorial.

Lo curioso del asunto es que hoy las inversiones estadounidenses y canadienses en energías renovables se encuentran detenidas o en espera de materializarse, pues el gobierno de AMLO ha privilegiado a las energías fósiles por encima de las fuentes de energía limpia, como la solar, la eólica, la geotérmica, la hidráulica y la bioenergía. 

Otros temas candentes para México antes, durante y posteriormente a la Cumbre han sido el fentanilo y la migración.  En el primer caso, la aprehensión -el 5 de enero de 203- de Ovidio Guzmán López, hijo del ‘Chapo’ Guzmán, ha sido ampliamente vista como un ‘obsequio’ de AMLO a Biden, apenas cuatro días antes del inicio de la Cumbre, para apaciguar los reclamos de Washington sobre la lentitud de los mexicanos en atrapar a quienes controlan el envío de fentanilo a Estados Unidos.

Las quejas de Washington se han encontrado también con las reiteradas peticiones de México en el sentido de que Estados Unidos frene el flujo de armamento letal hacia el sur, donde termina en manos de las bandas del crimen organizado.  Cuando se instrumentó la Iniciativa Mérida, el Subcomandante Marcos (hoy Galeano) subrayó que Estados Unidos armaba a ambos bandos de la guerra contra las drogas, tanto a los gobiernos estadounidense y mexicano, como a los propios narcos.  El presidente Biden firmó en junio de 2022 ‘la más significativa iniciativa en treinta años’ para imponer mayores controles a la adquisición de armas por parte de compradores jóvenes, y estimular a los estados de la Unión a no permitir la posesión de armas por personas consideradas una amenaza a la paz pública, pero ello no se ha visto reflejado en los flujos de armas hacia el sur del río Bravo. Mientras tanto, el gobierno mexicano continuará impulsando una demanda legal para hacer a los fabricantes estadounidenses de armas responsables de los actos de violencia cometidos con las armas que ellos venden. Sin embargo, demostrar su culpabilidad en las cortes estadounidenses ha probado ser más complicado que lo esperado.

Por lo que toca a la migración, además de los flujos de migrantes hondureños, salvadoreños y guatemaltecos que atraviesan territorio mexicano para llegar a Estados Unidos, a partir de 2022 se ha incrementado sustancialmente el número de migrantes cubanos, nicaragüenses, venezolanos, haitianos y extracontinentales en México.  No se ha dado el mismo relieve, sin embargo, al hecho de que el mayor número de personas detenidas sin papeles en Estados Unidos corresponde a México (ver cuadro 1).  Sin duda alguna, ello hará de México el blanco de la oratoria republicana y antiinmigrante hacia las elecciones presidenciales mexicanas (2 de junio) y en Estados Unidos (5 de noviembre), ambas en 2024. Todo esto ocurre en el contexto de una escasez estructural de trabajadores en EEUU, sobre todo en los servicios; hay 11 millones de puestos de trabajo sin ocuparse.

Cuadro 1.  Países de origen de extranjeros detenidos por EEUU, por año fiscal

Fuente: periódico Reforma, Ciudad de México, 31 de octubre de 2022.

 

A manera de conclusión

Trudeau ha sido el mayor impulsor del cumplimiento de las reglas acordadas en el TMEC. Biden obtuvo de México las concesiones que necesitaba incluso antes de llegar a la Cumbre. Sin embargo, la disputa de paradigmas energéticos opuestos, e incluso los retrocesos en la democracia (los ataques al Instituto Nacional Electoral, a la Suprema Corte de Justicia y a organismos autónomos) aquí y allá (asalto al Capitolio, caos republicano), dificultan una asociación cuyo camino futuro parece, una vez más, presa de la desconfianza y de la incertidumbre, más que del consenso y de la cohesión regional.  No hay sustento para que los compadres estén alegres.

Nota: 

*Una versión preliminar de este texto fue publicada en EL UNIVERSAL el 13 de enero de 2023.

bottom of page