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1. Perspectivas de la economía mexicana
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Foto de Sarah Brown vía Unsplash 

La industria de la moda: contaminación y precariedad laboral

Acción Ciudadana frente a la Pobreza

Texto completo disponible aquí

 

 

La conciencia global sobre el daño a las personas y al medio ambiente creado por el modelo de producción y consumo desenfrenado, va creciendo, sobre todo entre jóvenes.

El caso de la industria de la moda es emblemático.  Desde su origen en el siglo XIX con el invento de la máquina de vapor para mover telares que dio inicio a la revolución industrial, hasta el boom del comercio electrónico de moda efímera (fast fashion) mediante publicidad en Instagram o TikTok, hay una constante: la precariedad laboral. A la que ahora se suma otra calamidad: la producción de toneladas de basura.

Las acciones para confrontar ambos desastres van cobrando fuerza, aunque lentamente. Hace más de 30 años el público consumidor obligó a Nike a cambiar su cadena productiva, al descubrirse las condiciones de trabajo en sus fábricas en el sudeste asiático. Recientemente las redes sociales difundieron las condiciones laborales de quienes producen para Shein, el nuevo gigante en la industria.

En México, también hay historia. El texto constitucional del art. 123 es en parte fruto de 39 huelgas en la industria textil en 1906 y 1907. La más conocida de ellas es la huelga de Río Blanco.

Más recientemente, el sismo de 1985 desnudó las precarias condiciones laborales de las costureras en maquilas de ropa ubicadas en San Antonio Abad y zonas aledañas, que dio lugar al surgimiento del sindicato de costureras 19 de septiembre, hoy inactivo.

Hoy la precariedad laboral está de moda en México. Casi dos tercios del personal ocupado carece de ingreso suficiente para superar el umbral de pobreza (63%).  Su salario no alcanza para cubrir el monto de dos canastas básicas. Y además la mitad, carecen de seguridad social. (INEGI. ENOE 2021 – I)

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En la industria de la moda hay dos tipos de estructuras que corresponden a dos tamaños de unidad económica y crean trabajos sin derechos:

389 mil personas trabajan sin salario, en unidades económicas micro: pequeños talleres caseros o en comercios atendidos por una persona y su familia. 2/3 de ellas, son mujeres (65%).

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Y, 629 mil personas que trabajaban bajo la modalidad de subcontratación abusiva (outsourcing) con patrón sustituto para evadir el cumplimiento de derechos laborales. Esto sucede sobre todo en supermercados (85% del personal ocupado subcontratado en otra razón social), tiendas departamentales (52%) y otras medianas empresas (70%). Más de la mitad son mujeres.

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El propósito del outsourcing abusivo es evadir responsabilidades laborales patronales, al establecer un patrón sustituto que no corresponde con la empresa en la que las personas prestan sus servicios.

El modelo de subcontratación o outsourcing abusivo consiste en contratar o crear empresas (denominadas “insourcing”) cuyo único propósito es “manejar la nómina”. Es decir, contar con una razón social diferente a la que realiza la actividad económica principal. La función única de la “otra” razón social es contratar al personal sustantivo y realizar los pagos de salarios, prestaciones y demás obligaciones laborales. El propósito de este esquema es evadir obligaciones laborales previstas en la ley.

La campaña “La precariedad laboral está de moda” tiene como propósito exigir la mejora de condiciones laborales en esta industria, mediante el diálogo con empresas y autoridades y la presión desde todos los frentes. Es una manera de “aterrizar” y acercar a muchas personas la agenda de trabajo digno.

La industria de la moda puede detonar un cambio en el sistema laboral en su conjunto porque presenta condiciones de precariedad muy altas y a la vez condiciones económicas favorables para superar esta situación.

Hay mucha tela de donde cortar según muestran los datos. Las remuneraciones totales -incluidos sueldos de personal directivo y administrativo- representan solo el 5% de los gastos y el 4% de los ingresos para el conjunto de la industria (Fuente: INEGI. Censos económicos 2019).

Las ramas económicas dedicadas al comercio tienen mucho mayor margen de mejora de remuneraciones y prestaciones que las dedicadas a la manufactura. Pero en todos los casos hay margen, incluso en donde los salarios tienen un mayor peso.

Las remuneraciones representan el 6.4% del gasto operativo total en el comercio al menudeo, el 4.9% en tiendas departamentales, el 3.5% en el comercio al mayoreo y menos del 1%: 0.8% en los supermercados. El caso de las tiendas departamentales y los supermercados también tiene que ver con el abuso del outsourcing. Pues el 52% del personal ocupado en tiendas departamentales y el 85% del ocupado en supermercados en realidad está subcontratado por otra razón social.

De todos modos, es importante resaltar que hay margen. Pues obviamente en estos sectores el costo de los salarios del personal operativo y más aún, de las contribuciones al seguro social y las prestaciones representan porcentajes menores.

Hay sectores donde las remuneraciones tienen un peso mayor. Estos corresponden a los subsectores manufactureros. Las remuneraciones son el 21.5% del gasto operativo total en las fábricas de prendas de vestir, el 21% en las fábricas de calzado y productos de cuero, y el 19.6% en la manufactura de otros productos textiles como blancos y cortinas. En las fábricas de tela e hilos, las remuneraciones, son el 13.3% del gasto operativo total.

Aún aquí hay margen, pues el cumplimiento de las normas y estándares mínimos del trabajo digno no implica un alza generalizada, sino la recuperación de los salarios más bajos. Los que se ubican por debajo del umbral de pobreza, o sea el costo de dos canastas básicas.

La referencia por considerar para ubicar con precisión el margen es partir del monto dedicado a salarios del personal operativo y dentro de este, habría que dimensionar únicamente los salarios más bajos. Los datos estadísticos no están disponibles en ese nivel de detalle, basta señalar que sí hay margen: En las fábricas de ropa, los salarios del personal operativo representan el 15.2% del gasto operativo, en las fábricas de calzado el 14.6% y en las fábricas de blancos y cortinas, el 10.4%.

También la industria de la moda permite generar un contexto de exigencia con amplia participación, porque es un sector económico cercano, en el que todas las personas pueden involucrarse.

Las condiciones laborales de esta industria y su efecto contaminante contradicen su declarada adhesión a una cultura de responsabilidad social empresarial (RSE). Gastan seis veces más en publicidad que en prestaciones laborales.

La campaña presenta seis propuestas para el diálogo con las empresas:

  • Verificar la erradicación de la subcontratación abusiva.

  • Incrementar los salarios más bajos a $8,100 mínimo y cumplir con la afiliación obligatoria de todo el personal al IMSS para eliminar a más tardar en diciembre de 2022 los trabajos que son fábricas de pobreza.

  • Adoptar planes con metas verificables de mejora de las remuneraciones, de las prestaciones, de la estabilidad laboral y creación de medios para la negociación colectiva.

  • Garantizar pago inmediato de grandes y medianas empresas a las micro y pequeñas

  • Abolir el trabajo infantil y las formas modernas de esclavitud o trabajo denigrante en cualquier eslabón de la cadena de valor.

  • Impulsar acciones de inclusión laboral sin discriminación especialmente para jóvenes y mujeres

Desde la sociedad civil, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza ha impulsado la agenda de trabajo digno, como condición para superar la pobreza que está estancada en nuestro país. Vamos ahora a “aterrizar” esta agenda en la industria de la moda pues presenta condiciones favorables para avanzar, entre otras razones.

El cambio de condiciones laborales precarias que producen pobreza en una espiral positiva de trabajo digno en una industria específica, como la industria de la moda, podría generar beneficios de múltiple impacto social y económico para millones de personas y tener un efecto demostrativo hacia el conjunto de la economía.

Los datos de este texto son oficiales (INEGI). Se pueden consultar en el estudio disponible en frentealapobreza.mx.

También invito a ver la serie de videos de corta duración (2.5 minutos) de la campaña “La precariedad laboral está de moda” en las redes sociales de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Y para ver el lanzamiento de la campaña en formato “pasarela de datos” con el mensaje de inicio, se puede ver en este video (20 minutos).

Avances recientes.

A partir del lanzamiento de la campaña el 24 de mayo pasado, hemos logrado iniciar diálogo con los presidentes de dos Cámaras empresariales, para buscar mecanismos de acuerdo para avanzar en la mejora de las condiciones laborales: los presidentes de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Cananitex) y de la Cámara de la Industria del Calzado de Guanajuato (CICEG).

También iniciamos el diálogo con las autoridades de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, para encontrar mecanismos para colaborar en la verificación de la eliminación del outsourcing abusivo que quedó prohibido por la reforma legislativa de abril de 2021.

Iniciamos la campaña “la precariedad laboral está de moda” para impulsar la agenda de trabajo digno desde la sociedad civil.

Emplazamos a las empresas vinculadas a la industria de la moda a dialogar para asumir el trabajo digno como única forma de contratación válida en toda la cadena de valor de la industria. Aspiramos a que el diálogo permita construir acuerdos para que adopten planes de mejora con metas verificables.

Invitamos a quienes trabajan en la industria de la moda a conocer y hacer valer sus derechos. Y nos solidarizamos con sus esfuerzos de organización y negociación colectiva en el marco de la reforma laboral.

Vamos a dialogar y colaborar con las autoridades laborales sobre formas efectivas para promover el respeto a la legalidad vigente, conforme a la reforma laboral y en especial, para verificar la erradicación de la subcontratación abusiva en la industria de la moda.

Finalmente invitamos a todas las personas a promover un consumo más responsable en las prendas de vestir, calzado y accesorios. Les invitamos a unirse a la exigencia a las marcas y empresas vinculadas a industria de la moda para que asuman una auténtica responsabilidad social con cumplimiento pleno de derechos laborales conforme a los estándares de derechos humanos, y a asumir medidas para evitar la contaminación producida por el desperdicio de ropa, telas y materias primas.

Actualmente en México, la precariedad laboral está de moda. Esto puede cambiar

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