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4. Centroamérica: migración y situación política
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La conjura de una #JugadaMaestra en El Salvador: (Re)encuadres, villanos y redentores de un saldo poselectoral

 
Omar Luna

Comunicador y analista de datos. Cofundador de Lab-Dat

 

 

Muchos dicen que darle todo el poder al presidente va a ser una dictadura. Entonces será una dictadura buena. Con todo lo que ha hecho por el pueblo merece tener una Asamblea que apruebe todo lo que él pida. Todos los de mi casa vamos a votar por Nayib Bukele, Á. Perdomo, (citado en Barrera, 2021).

 

Hemos entrado en el vórtice. […] Tenemos que estar preparados para todo, Gerard Alexander, (citado en Levistky y Ziblatt, 2018, p. 124)

 

Hablar de Nayib Bukele es hablar de todo y nada a la vez. Héroes y villanos. Afrentas y temores. Blancos y negros. Del odio al amor. El pueblo contra los #losmismosdesiempre. Siempre dual, nunca multicausal. Y, en esta dualidad, encontramos tres conjuras para explicar el saldo poselectoral de un proceso democrático salvadoreño, donde los (re)encuadres, villanos y redentores estuvieron a la orden del día en la dinámica de la casa de naipes de la política salvadoreña.

Primera conjura. (Re)encuadrar un país en crisis… hasta donde sea posible.

Hablar de El Salvador es hablar de un país en crisis. Para este artículo, entenderemos la crisis desde la mirada de José Luis Piñuel (2010, p. 167), quien la considera como “un cambio repentino entre dos situaciones […] que pone[n] en peligro la imagen y el equilibro natural de una organización”. Así, dicho fenómeno constituye una prueba de fuego para los liderazgos de cualquier índole. De una crisis, se sale bien o mal. Y la población de cualquier país —El Salvador incluido— no tolera las medidas tintas frente a ellas.

Autoridades van y vienen, pero las problemáticas de los salvadoreños siguen siendo las mismas: la inseguridad, la falta de empleo y la economía[1]. Parecería ser que ninguna autoridad o figura relevante podría hacer algo frente a dichas problemáticas, pero, como reseñan Steven Levistky y Daniel Ziblatt (2018, p. 112), los autócratas en potencia suelen usar las crisis económicas, los desastres naturales y, sobre todo las amenazas a la seguridad […] para justificar la adopción de medidas antidemocráticas”.

Estas medidas, acuerpadas por las pasiones y emociones, privilegian una relación directa entre Dios y su pueblo. Dicho vínculo genera una suerte de comunicación política bidireccional (Charaudeau, 2009) donde, por un lado, se muestra a un líder como tabla de salvación que solventará todos los problemas de exclusión, generados por un sistema político económico y social que se desmorona diariamente. Por otro lado, desenvaina su espada y se muestra enérgico hacia todos aquellos sectores de la sociedad que buscan desprestigiar, deslegitimar o poner en tela de juicio sus buenas intenciones por devolverle a su pueblo, mediante su gestión gubernamental, todo aquello que se le ha arrebatado por años. En este tipo de encuadres encontramos, en la cresta de la ola del ejercicio político salvadoreño, al presidente de la República, Nayib Bukele.

Para Robert Entman (citado en Fuster, 2016, p. 22), un encuadre representa “un proceso en el que se seleccionan algunos aspectos de la realidad, a los que se les otorgará un mayor énfasis o importancia, de manera que se define el problema, se diagnostican sus causas, se sugieren juicios morales y se proponen soluciones y conductas apropiadas a seguir”. Así, los relatos conformarán grandes categorías de conocimiento con las cuales, según Christian Salmon (citado en Del Rey Morató, 2011, p. 114), “la realidad está ahora envuelta por una red narrativa que filtra las percepciones y estimula las emociones útiles". No importa lo que se haga. Ni lo que se diga... sino cómo se sientan las personas al respecto.

De esta forma, el presidente Bukele ha sabido reencuadrar acontecimientos recientes de la realidad salvadoreña a su favor. Su irrupción militarizada en la Asamblea Legislativa el 09 de febrero de 2020[2], el manejo de la pandemia del COVID-19[3], su relación tirante, incómoda, cuestionadora y canceladora con diferentes sectores de la realidad política, económica y social del país[4] son muestra de eso. Cualquier gobernante no saldría bien parado de este tipo de situaciones, debido a la vulneración de marcos normativos nacionales e internacionales en materia de respeto al Estado de Derecho, la institucionalidad y los derechos humanos. Pero el presidente Bukele siempre cae de pie.

Si bien este ejercicio de dominación carismática[5] sorprende a propios y extraños, la reconfiguración de un escenario político a favor del antistablishment no es casualidad. La ciudadanía se tarda en darse cuenta de que una democracia está siendo desmantelada, aunque suceda frente a sus ojos (Levitsky y Ziblatt, 2018), pues entra en juego una normalidad progresiva[6] con un ejercicio de polarización marcada, dentro y fuera de redes sociales. Así, los discursos de odio se traslapan en acciones que permitan consolidar el poder a la medida del gobernante. De esta forma, solo se admiten dualidades y no multicausalidades de las cosas, ya que se está con él o contra él, se le aplaude o se le cuestiona, o, en el peor de los casos, “eres pueblo o un #mismodesiempre”. Y, si este es tu caso, prepárate para ser cancelado, denotativa o connotativamente hablando.

 

Segunda conjura. Exterminar al #mismodesiempre… de una vez por todas

Hasta ahora, los (re)encuadres del presidente Bukele han rendido frutos. La población le ha respondido favorablemente en dos procesos electorales: su ascenso a la presidencia de la República en 2019 y la consolidación de su proyecto político, Nuevas Ideas (N), en las elecciones legislativas y municipales de 2021. Para ambos procesos, ha sabido capitalizar la ausencia de actores capaces de ocupar el centro de una oferta electoral, cargada de competencias discursivas de exclusión mutua (Freidenberg, 2021), dado que el presidente fue candidato para ambos procesos electorales.

Dicha exclusión gira alrededor de la conjura de #losmismosdesiempre. Para eso, no solo basta gobernar, sino que se debe brindar la apariencia de que se gobierna. Por tanto, se vuelve necesario construir un enemigo que canalice todas las culpas (Proceso, 2020), cuya transferencia de responsabilidades esté a la orden del día. Desde los despachos del poder de la administración Bukele, se ha ideado e implementado una narrativa por medio de la cual su gestión tiene todas las buenas intenciones de llevar lo mejor a la población; sin embargo, existen grupos hegemónicos con agendas e intereses mezquinos y egoístas que buscan convertir a El Salvador en un mundo caído y corrupto (Ungureanu y Serrano, 2018).

Ellos son #losmismosdesiempre. Comparado con las configuraciones tradicionales del enemigo público salvadoreño, dicha categorización reencuadra narrativas, acorde a las necesidades del gobernante: se puede amanecer cuestionando a la academia, más tarde a organizaciones de los derechos humanos y periodistas y, quién sabe, después pueden ser la mayoría de los sectores políticos, sociales y económicos del país. El bien está de su lado; el mal, no. Así, se vuelve pertinente poner a los enemigos en su lugar porque, en nombre de la patria, se tiene que hacer lo necesario… hasta que desaparezcan de una vez por todas.

Para lograrlo, el presidente Bukele ha sabido enarbolar una serie de discursos simples, pero significativos que le han permitido desbaratar la casa de naipes de la política nacional[7]. Esta suerte de táctica dura constitucional[8] le ha valido los aplausos de cierto sector de la población que, en la búsqueda de un estatus[9], han apoyado una serie de acciones —en algunos casos (in)constitucionales— que buscan una reivindicación de su posición frente a aquellos que representan lo mismo de siempre.

El camino a las elecciones legislativas y municipales 2021 evidenció eso. La clase política nacional pagó los platos rotos de una ausencia de tolerancia mutua[10] y contención institucional[11], propia del desmantelamiento de un sistema democrático. A gran escala, la encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (IUDOP), colocaba a las instituciones en contienda (Asamblea Legislativa y alcaldías) con bajas notas mientras todas las instituciones afines al presidente obtenían notas superiores a estas[12].

De igual forma, acciones puntuales terminaron por hacer un #jaquemate institucional de los liderazgos legislativos y municipales en la última contienda electoral en El Salvador: el impago del Fondo para Desarrollo Económico y Social de las Municipalidades (FODES)[13], el cual permite el funcionamiento de las 262 alcaldías del país, la intensa e incómoda dinámica entre el Ejecutivo y Legislativo[14], donde se proyectaba a este último como un estorbo para la consolidación de proyectos a favor de la población, así como la falta de condiciones idóneas de los partidos políticos para comunicar su oferta electoral, debido al impago de la deuda política por parte del Ejecutivo, bajo el argumento de que el financiamiento público a los partidos políticos no era prioridad, a causa de la crisis económica que enfrenta el país por la pandemia del COVID-19[15].

En contraste, el proyecto político del presidente Bukele tuvo vía libre para publicitarse durante toda la campaña electoral[16]. Incluso, el propio día de la elección el presidente Bukele realizó una cadena para pedir el voto a favor de N y su aliado político, la Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana)[17]. Y, aunque el Tribunal Supremo Electoral de El Salvador (TSE) ordenó que se le hiciera llegar “información ‘idónea y pertinente, para establecer la existencia de [una] infracción” (Gavarrete, 2021), el pueblo escuchó, el mensaje caló y N arrasó: con un 51 % de participación electoral, se alzó con 56 diputados y 152 alcaldías[18].

A la luz de una campaña dispareja, donde lo importante era votar “por la N de Nayib”, el desgaste de la incipiente institucionalidad democrática salvadoreña se hizo patente, porque, pese a que la oposición aún cuenta con ciertos espacios legislativos y municipales para cuestionar al Ejecutivo en sus decisiones y acciones, esta se encuentra totalmente desmoralizada, desarticulada y minimizada. Pueden sentar posturas, pero, con un respaldo popular avasallante del lado del presidente y todo lo que representa, cada vez será más difícil cuestionarlo y hacerle contrapeso ante cualquier tipo de abuso (La Pulla, 2021).

 

Tercera conjura. Refundación, ¿esperar lo mejor o prepararse para lo peor?

La refundación de la República se consolidó el 28 de febrero de 2021. A raíz de la declaratoria en firme de los resultados de las elecciones legislativas y municipales de 2021 por parte del TSE[19], el domingo 21 de marzo de 2021 el presidente Bukele se dirigió a la nación mediante una cadena nacional. Su mensaje giró alrededor de los resultados electorales con el cual, aparte de defenestrar a los #mismosdesiempre, apelando a sus equivocaciones e irrelevancia política, apostó por realzar el papel que tendrán la Asamblea Legislativa y las municipalidades a la medida del gobernante. De esta forma, un “no tenemos derecho a equivocarnos”[20], “porque perfecto solo Dios”[21] se cuela en la gestión de los nuevos funcionarios.

Dicha reconfiguración del escenario político representa una dicotomía muy importante para la población salvadoreña. Por un lado, existe un sector de la población que, al igual que las encuestas preelectorales, manifiesta esperanza hacia las nuevas figuras legislativas y municipales, pues el presidente ya no tendrá excusa para echar a andar cualquier tipo de iniciativa que beneficie al pueblo[22]; por otro lado, persiste una preocupación expresa sobre qué hará el presidente Bukele con una concentración de poder tan importante, con uno de los órganos más decisivos para la promulgación de leyes, superación de vetos y, sobre todo, la elección de funcionarios de segundo grado, afines a la institucionalidad de la persecución del delito, contraloría pública y fiscalización de recursos públicos[23].

Sea cual sea la postura, este tipo de situaciones, según Levistky y Zablitt (2018, p. 94) orilla a El Salvador a un fenecimiento de la democracia, pues quita de la ecuación que su ejercicio se convierta en un trabajo extenuante, prescindiendo del hecho de que “[l]os reveses [sean] inevitables y las victorias siempre parciales”. Así, aceptar la responsabilidad de los errores, la contención y corrección de los daños se volverá impensable. Y, en consonancia, los sistemas de pesos y contrapesos dejan de ser una faena extenuante, una camisa de fuerza para todos aquellos liderazgos con tendencia a la demagogia y al establecimiento de ejercicios políticos dictatoriales.

Si bien el presidente Bukele afirmó que El Salvador no será una dictadura (Bukele, 2021), la antesala de la asunción de la nueva Asamblea Legislativa evidencia todo lo contrario. Recientemente, la actual legislatura 2018-2021 convino una serie de acuerdos en temáticas afines al agua[24] y migración[25]. El mandatario expresó que “NADA [sic] de lo que hagan entrará en vigencia antes de que entre la nueva @AsambleaSV” (Bukele, 2021), pues, quiérase o no, “nadie se interpondrá entre Dios y su pueblo” (Bukele, 2020).

A escala municipal, la cosa tampoco pinta nada bien. Aunque algunas alcaldías ya han preparado equipos de transición para el traspaso del poder a los alcaldes electos de N[26], quienes tomarán posesión el 1º de mayo de 2021, la persecución hacia ciertos ediles por figuras clave de la administración Bukele[27] y la desacreditación de sus gestiones están a la orden del día. Esto encuentra sustento en el tuit del 25 de marzo de 2021 del presidente Bukele (2021): “La gran mayoría de alcaldes salientes no están haciendo la fumigación necesaria para controlar el dengue, el zika y el chikungunya. Parece que solo les importaba la gente mientras les podían robar”.

Las enunciaciones del presidente Bukele no responden a los azares del destino, sino porque "ese fue el mandato del pueblo salvadoreño: no negociar con los mismos de siempre" (Bukele, 2021). Y, dado su reciente ascenso como “un instrumento de Dios en nuestra nueva historia” como país[28], invitó a los nuevos funcionarios a acudir al encuentro del 27 % de la población que no votó por su proyecto político[29]. Si bien apeló a mejorar la calidad de vida de la población independientemente de quiénes votaran, el camino a una dictadura emergente está empedrado de buenas intenciones, pues, tal como nos ha demostrado Héctor Lindo (2021), está impregnada de corrupción, mala toma de decisiones y ejecución contraproducente de políticas beneficiosas. El tablero de ajedrez ha empezado a reconfigurarse: las piezas danzan al ritmo de un líder, cuya melodía está impregnada de muchas preguntas, pero cuyas respuestas saltan a la vista. #JaqueMate.

Notas

[1] Peñate, S. (2021, enero 21). Encuesta UCA califica con 8.37 el trabajo del presidente. Diario.elmundo.sv. Recuperado de https://diario.elmundo.sv/encuesta-uca-califica-con-8-37-el-trabajo-del-presidente/

[2] Lemus, E., Martínez, Ó. y Martínez, C. (2020, marzo 11). La historia detrás del día en que Bukele se tomó la Asamblea Legislativa. Elfaro.net. Recuperado de https://elfaro.net/es/202003/el_salvador/24110/La-historia-detr%C3%A1s-del-d%C3%ADa-en-que-Bukele-se-tom%C3%B3-la-Asamblea-Legislativa.htm

[3] Portillo, D. (2020, diciembre 4). Artículo tuiteado por Nayib Bukele que calificaba a El Salvador como “el país que mejor manejó la pandemia en la región” era una forma de publicidad. Laprensagrafica.com. Recuperado de https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Articulo-tuiteado-por-Nayib-Bukele-que-calificaba-a-El-Salvador-como-el-pais-que-mejor-manejo-la-pandemia-en-la-regionera-una-forma-de-publicidad-20201204-0001.html

[4] Herrera, L. (2020, agosto 17). Cinco aspectos de la democracia que “el dictador” Bukele está “fusilando”. Gatoencerrado.news. Recuperado de https://gatoencerrado.news/2020/08/17/cinco-aspectos-de-la-democracia-que-el-dictador-bukele-esta-fusilando2/

[5] Según Max Weber (1944), conlleva la probabilidad de encontrar obediencia de otras personas, para mandatos específicos que respondan a cualidades propias “de fuerzas sobrenaturales o humanas —o por lo menos específicamente extracotidianas y no asequibles a cualquier otro”.

[6] Para Jared Diamond (2020), constituye la forma en que “un gran cambio puede ser aceptado como una situación normal si sucede lentamente, en incrementos inadvertido[s], cuando sería considerado como ofensivo si se llevó a cabo en un solo paso o un corto período"

[7] Cruz, O. (2018, diciembre 13). Nayib Bukele inicia campaña “Devuelvan lo robado, cabrones” y genera fuerte rechazo de ARENA”. Elsalvadortimes.com. Recuperado de https://www.elsalvadortimes.com/articulo/politicos/nayib-bukele-inicia-campana-devuelvan-robado-cabrones-genera-fuerte-rechazo-arena/20181210085142052190.html

[8] Para Mark Tushnett (citado en Levistky y Ziblatt, 2018, p. 130), conlleva saber “jugar según las normas pero intentando ensanchar sus límites y ‘jugar para ganar’”.

[9] La búsqueda del estatus se fomenta mediante la percepción de que la situación social, identidad y sensación de pertenencia se encuentra bajo una amenaza existencial. Esto, por tanto, lleva a adoptar un estilo de hacer política “sobrexcitado, receloso en exceso, exageradamente agresivo, grandilocuente y apocalíptico” (Hofstadter, citado en Levitsky y Ziblatt, p. 202)

[10] Según Levistky y Ziblatt (2018, p. 122), “alude a la idea de que, siempre que nuestros adversarios acaten las reglas constitucionales, aceptamos que tienen el mismo derecho a existir, competir por el poder y gobernar que nosotros”.

[11] Por contención institucional, se entiende “evitar realizar acciones que, si bien respetan la ley escrita, vulneran a todas luces su espíritu” (Levistky y Ziblatt, 2018, p. 126). Dicha situación puede reflejarse en la aprobación desmedida de decretos ejecutivos que primen la salud de la población sobre otros derechos constitucionales en el marco de una pandemia, entre otras consideraciones.

[12] Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (IUDOP) (2021, enero 21). La población salvadoreña evalúa la situación del país a finales del año 2020 [Boletín de prensa]. Recuperado de https://www.uca.edu.sv/iudop/wp-content/uploads/Boletin-Preelectoral-enero-febrero-2021.pdf

[13] Reyes, M. (2021, enero 27). Gobierno sigue sin hacer pagos como el Fodes a las alcaldías. Elsalvador.com. Recuperado de https://www.elsalvador.com/noticias/negocios/impago-fodes-bukele-hacienda-alcaldias-alcaldes/800570/2021/

[14] Ángulo, M. (2020, junio 13). El Salvador: Bukele, sus roces con la Asamblea y una pandemia que consume la economía. France24.com. Recuperado de https://www.france24.com/es/20200612-congreso-salvador-supera-veto-bukele-emergencia

[15] Alas, S. (2020, diciembre 22). Hacienda: entregar anticipo de deuda política no es prioridad. Diario.elmundo.sv. Recuperado de https://diario.elmundo.sv/hacienda-entregar-anticipo-de-deuda-politica-no-es-prioridad/

[16] Flores, L. (2021, febrero 12). Nuevas Ideas con el mayor gasto en propaganda desde noviembre. Laprensagrafica.com. Recuperado de https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Nuevas-Ideas-con-el-mayor-gasto-en-propaganda-desde-noviembre-20210212-0075.html

[17] La Prensa Gráfica (2021, febrero 28). Bukele rompe silencio electoral en cadena nacional. Laprensagrafica.com. Recuperado de https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Bukele-rompe-silencio-electoral-en-cadena-nacional-20210228-0105.html

[18] EFE. (2021, marzo 19). Nuevas Ideas logra 56 diputados y mayoría de alcaldías. Diario1.com. Recuperado de http://diario1.com/politica/2021/03/nuevas-ideas-logra-56-diputados-y-mayoria-de-alcaldias/

[19] TSE El Salvador (2021, marzo 19). Finalización de escrutinio definitivo de elecciones 2021 – cadena nacional de radio y televisión [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=2nCUMLhZnNM

[20] Maravilla, M. (2018, diciembre 09). Los presidentes y su derecho a equivocarse. Revista Factum. Recuperado de https://www.revistafactum.com/presidentes-derecho-equivocarse/

[21] Bukele, N. [nayibbukele]. (21 de marzo de 2021). Lo que significan los resultados de las últimas elecciones en nuestro país [Video de Facebook]. Facebook. https://www.facebook.com/nayibbukele/posts/294269955391148

[22] Reischke, M. (2021, marzo 05). El Salvador: “Bukele ya no tendrá excusa para decir que no lo dejan gobernar”. DW.com. Recuperado de https://www.dw.com/es/el-salvador-bukele-ya-no-tendr%C3%A1-excusa-para-decir-que-no-lo-dejan-gobernar/a-56789652

[23] Radioemisoras UCR (2021). ¿Qué implica el “poder absoluto” del Presidente Bukele en el Congreso salvadoreño” [Audio podcast]. Recuperado de https://soundcloud.com/radioemisorasucr/que-implica-el-poder-absoluto-del-presidente-bukele-en-el-congreso-salvadoreno

[24] Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).  (2021, marzo 26). Oponerse por oponerse sin entender nada. Noticias.uca.edu.sv. Recuperado de https://noticias.uca.edu.sv/editoriales/oponerse-por-oponerse-sin-entender-nada?fbclid=IwAR2NRDjAdY4_yTxX1PD16dJGgjmjqaxBhdf6NqggceBJrPVbeirZgTm-vMA

[25] Magaña, Y. (2021, marzo 26). Bukele anuncia veto: “No podemos seguir criminalizando la migración”. Diario.elmundo.sv. Recuperado de https://diario.elmundo.sv/bukele-anuncia-veto-no-podemos-seguir-criminalizando-la-migracion/

[26] Muyshondt, E. [NetoMuyshondtSV]. (8 de marzo de 2021). No recibí llamada de NI, ni los llamé, ni los felicité, por haber hecho una elección sucia, desnivelada, usando instituciones y recursos del Estado para perseguirnos, atacarnos y hacer campaña. Aún así, nombramos un equipo de transición para hacerlo transparente y ordenadamente [Publicación de estado]. Facebook. https://www.facebook.com/NetoMuyshondtSV/posts/3801707583242844

[27] Cornejo, I. (2020, octubre 05). Esta es la polémica entre ministro Mario Durán y alcalde Ernesto Muyshondt por bloqueo en relleno sanitario de Nejapa. Diario.elmundo.sv. Recuperado de https://diario.elmundo.sv/esta-es-la-polemica-entre-ministro-mario-duran-y-alcalde-ernesto-muyshondt-por-bloqueo-en-relleno-sanitario-de-nejapa/

[28] Bukele, N. [nayibbukele] (22 de marzo de 2021). Presidente de El Salvador, papá de Layla y un instrumento de Dios en nuestra nueva historia [Biografía de Twitter].

[29] Bukele, N. [nayibbukele]. (21 de marzo de 2021). Lo que significan los resultados de las últimas elecciones en nuestro país… [Video de Facebook]. Facebook. https://www.facebook.com/nayibbukele/posts/294269955391148

La derogación de la figura del diputado migrante envía un mensaje desalentador e implica, en los hechos, la negación de los derechos a un sector importante del país. Solo son bienvenidas sus remesas y otras contribuciones en el campo de la educación y la cultura, pero se les niegan sus derechos, ampliamente reclamados, para participar en la tomas de decisiones sobre el rumbo de las políticas públicas en México.

Frente a esta triste historia, no queda más que mantener la lucha y rechazar este retroceso, este golpe a la democracia en la Ciudad de México, que excluye e impide el goce pleno de los derechos a una parte de sus ciudadanos

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