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2.  Reflexiones en torno a las elecciones intermedias en Estados Unidos
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En los Estados Unidos de América:

Elecciones de medio término, resultados e implicaciones

 
Oscar Chacón

Alianza Americas

 

 

 

Los resultados electorales de las elecciones de medio término presidencial en los Estados Unidos de América (EUA), realizadas el pasado 8 de noviembre, reconfiguraron la correlación de fuerza en el Congreso Federal entre demócratas y republicanos. El Partido Republicano controlará la Casa de Representantes a partir de enero próximo. En el caso del Senado, los demócratas lograron mantener una condición que, aunque precaria, les dará la mayoría en esa cámara legislativa. En el plano de las gobernaciones estatales, los republicanos controlarán 26 de los estados y los demócratas 24. Más allá de estos tres ámbitos, hubo muchas elecciones a nivel de legislaturas estatales y otros puestos claves a nivel de gobierno estatal como lo son los secretarios de estado y los fiscales generales. En síntesis, las elecciones del pasado 8 de noviembre han dejado el país sumamente dividido, aun cuando el rumorado tsunami de triunfos republicanos no se materializó.

En el ámbito del Senado, y sin tomar en cuenta la segunda vuelta electoral en Georgia que definiría la única contienda todavía no resuelta, el Partido Demócrata logró mantener su condición de partido mayoritario al asegurar 50 contiendas. Con el resultado en Georgia el martes 6 de noviembre, favorable para el Partido Demócrata, este partido aseguró 51 puestos, mejorando ligeramente su condición actual. Pero aun si hubieran perdido dicha contienda, lograrían ejercer un rol de mayoría simple gracias al voto de desempate que ejerce la vicepresidenta Kamala Harris en esa cámara legislativa.

En la Cámara de Representantes, los republicanos salieron victoriosos en 221 de las 435 contiendas. Los demócratas aseguraron triunfos en 213. A la hora de escribir este artículo, únicamente el distrito electoral #3 de Colorado estaba todavía por definirse. Sin embargo, el control de esta cámara legislativa federal ya está claro. Lo que no está claro todavía es quién asumirá el rol de Vocero de la Casa (Speaker of the House), un puesto electo por la bancada mayoritaria. Si bien los republicanos son mayoría, su grado de unidad interna está en tela de juicio. Aunque se rumora que el representante Kevin McCarthy de California buscará ser electo para este rol clave de liderazgo, es probable que tal esfuerzo sea desafiado por la ala ultraconservadora del Partido Republicano, para quienes Kevin McCarthy no es una figura confiable.

En el ámbito de las gobernaciones, 36 estados llevaron a cabo elecciones. Republicanos y Democratas terminaron ganando 18 de esas contiendas cada uno. Este resultado implica que el Partido Republicano tuvo una perdida neta de 2 puestos, y lo inverso para el Partido Demócrata. En el caso de 14 estados, no hubo elecciones de gobernadores este año. El balance de fuerza a nivel de gobernaciones ha dejado al Partido Republicano con 26 gobernadores, y al Partido Demócrata con 24.

El patrón histórico de este tipo de elección (de término medio presidencial) ha sido uno en el cual el partido político del ocupante de la Casa Blanca ha perdido puestos en el Senado y la Casa de Representantes federales. Este patrón, sumado a las dificultades del Partido Demócrata en lo referente a la carencia de una estrategia innovadora, clara, e inspiradora; combinada con grandes dificultades en el ámbito de mercadeo político y electoral; dieron pie al fuerte rumor de que las elecciones recién pasadas serian un tsunami de triunfos electorales para el Partido Republicano. Sin embargo, tal evento no se materializó. Los triunfos republicanos no fueron tan contundentes como muchos esperaban.

 

Si bien es cierto que el rumorado tsunami no sucedió, tampoco se puede concluir que el ala ultraconservadora que ha venido liderando el expresidente Donald Trump haya sido contundentemente derrotada. Un tema central promovido por un gran bloque de candidatos Republicanos en las elecciones recién pasadas fue el del fraude electoral en las elecciones presidenciales del 2020. En algunos casos, muchos de los candidatos Republicanos a cargos federales y estatales promovieron la idea de que el legítimo ganador de tales comicios fue Donald Trump, a quien, de acuerdo a ellos, le robaron su reelección. Los resultados electorales en cuanto a este bloque de candidatos fueron mixtos. Si bien contiendas claves como lo fueron la del Senado de Pennsylvania, y la de la gobernación de Arizona; que tuvieron visibilidad nacional concluyeron con derrotas para los candidatos apoyados por Donald Trump, muchos otros candidatos de esta ala del Partido Republicano salieron victoriosos.

 

La clara excepción en Florida

Un caso importante de destacar es lo sucedido en el estado de Florida. Como lo afirmé antes, el tsunami republicano, como fenómeno nacional, no sucedió. Sin embargo, lo sucedido en la Florida fue una clara excepción. El resultado electoral de estas elecciones ha dejado al Partido Republicano en una condición hegemónica a todos los niveles. Ron DeSantis, el gobernador actual, aseguró su reelección con un margen de 20 puntos porcentuales arriba de su contrincante demócrata. Un patrón similar sucedió en el ámbito de la elección senatorial. El tsunami Republicano en este estado hizo suyo el condado de Dade, el cual en elecciones pasadas había mostrado una tendencia a favor del Partido Demócrata. La contundente reelección de Ron DeSantis, quien representa una visión igualmente retrógrada que la de Donald Trump, ha fortalecido el espectro de una probable precandidatura presidencial por parte de DeSantis en camino a las elecciones del 2024.

De acuerdo con un análisis[1] realizado por el periódico New York Times, es muy importante entender que la corriente política Republicana que se suscribe a la demostradamente falsa idea de que hubo fraude electoral en las elecciones del 2020 no ha sido contundentemente derrotada. El mismo análisis señala que de aproximadamente 370 candidatos que corrieron para diferentes puestos de elección popular, 220 ganaron sus elecciones. Alrededor de 120 las perdieron. El grupo de ganadores incluye a 180 representantes federales que fueron electos o reelectos y que serán parte de la mayoría republicana en la Casa de Representantes en el próximo Congreso.

El resultado de estas elecciones también señala que la sociedad estadounidense seguirá estando sumamente dividida. En ausencia de una nueva manera de neutralizar los factores causantes de la polarización y la tendencia extremista personificada en muchos de los líderes Republicanos de hoy, seguirá siendo muy difícil alcanzar los mínimos consensos que se requieren para avanzar en la búsqueda de soluciones a los problemas que más urgen de atención en el ámbito de políticas públicas sensatas y de viabilidad en el largo plazo.

A pesar de tantas cosas cruciales que giran en torno a los resultados electorales de estas elecciones, la tasa de participación electoral fue inferior al 50%.[2] En comparación a las últimas elecciones de esta misma naturaleza (2018), hubo un ligero decrecimiento. Sin embargo, en varios estados tales como Maine, Minnesota, Colorado, Michigan, Oregón y Wisconsin; la tasa de participación electoral fue mayor al 50%. Los observadores políticos convencionales dan por sentado que en elecciones de medio término presidencial la tasa de participación electoral va a ser siempre muy baja. Desdichadamente, este patrón de conducta puede también interpretarse como un síntoma adicional de una realidad democrática en un patrón de decadencia. Las personas aptas para votar, incluyendo las personas no blancas, parecen seguir perdiendo el sentido de confianza con los procesos democráticos como medios para abordar y resolver los problemas más importantes para el futuro de los EUA y del mundo.

Si bien el Partido Demócrata logró evitar los reveses electorales que muchos analistas habían proyectado, la evidencia preliminar recopilada por CNN,[3] sobre cómo ejercieron su voto diferentes segmentos de la población apta para votar debe de generar una respuesta verdaderamente novedosa dentro de este partido, para fortalecer su competitividad en elecciones futuras. En el caso de personas de origen latinoamericano (personas nacidas en los EUA, o naturalizadas; y aptas para votar), el apoyo a candidatos demócratas decreció en aproximadamente 5 puntos porcentuales a nivel nacional. Esta tendencia esta principalmente presente en el caso de hombres de origen latinoamericano. Si bien la mayoría de los votantes de origen latinoamericano siguen apoyando a candidatos del Partido Demócrata, la tendencia antes mencionada debería generar más atención por parte de ambos partidos dominantes. Como lo ha documentado el Centro de Investigación Pew,[4] este bloque de votantes representa el grupo más grande de personas votantes de minoría étnico-racial, como también el grupo con la más alta tasa de crecimiento.

 
Implicaciones del resultado electoral

En el plano inmediato, los resultados electorales seguramente tendrán un impacto en la última fase de la sesión legislativa del Congreso Federal actual. Esta es la sesión conocida como “Lame Duck,” un término que se refiere a los legisladores que si bien siguen en el Congreso después de la elección de medio término, no necesariamente regresaran para la próxima sesión. En el caso del Partido Demócrata, dejarán de ser la bancada mayoritaria a partir de enero próximo. Esta situación abre la posibilidad de intentar la aprobación de medidas legislativas que pudieran ser menos viables a partir de enero. Un ejemplo de este tipo de acción ha sido la aprobación por parte del Senado Federal el pasado 29 de noviembre de una propuesta de ley para proteger el derecho al matrimonio para parejas del mismo sexo, como también parejas interraciales. Con la aprobación por parte del Senado, con apoyo republicano, la propuesta debería ser aprobada prontamente por la Casa de Representante y enviada al presidente Biden para finalizar su adopción como una nueva ley para la nación.

En este contexto, se ha rumoreado la posibilidad de aprobar una reforma limitada a la ley de inmigración que permita que personas jóvenes que han estado protegidas bajo el programa conocido como DACA puedan solicitar visas de residencia permanente. En adición, se está presionando para que tal grupo de personas incluya también a quienes han residido por muchos años bajo protección temporal (TPS, por sus siglas en inglés). Indudablemente, un cambio de este tipo seguramente implicaría más reformas de carácter excluyente, restrictivo y punitivo en la ley de inmigración; para atraer apoyo de Senadores Republicanos. Desdichadamente, apoyar reformas de beneficio a personas migrantes sigue siendo visto como un peligro para muchos legisladores demócratas y republicanos. Sin embargo, no hay ninguna certeza de que tales cambios vayan a ser aprobados entre ahora y el fin de la sesión legislativa actual.

Más allá de la sesión legislativa “Lame Duck,” el resultado de las elecciones recién pasadas anuncia un periodo sumamente difícil para la aprobación de cambios sensatos en ley pública en múltiples campos. Desdichadamente, la Casa de Representantes estará fuertemente influenciada por legisladores ultraconservadores que no tienen interés en resolver los principales desafíos que verdaderamente atentan en contra del bienestar de las mayorías. Estos legisladores tienen más interés en enfatizar maneras de seguir dividiendo a la sociedad estadounidense a partir de una estrategia de promoción del miedo y el odio. Esta realidad hará muy difícil imaginar cambios que aun cuando pudieran ser aprobados con apoyo de legisladores Republicanos en el Senado, seguramente serán bloqueados en la Casa de Representantes.

 

El patrón antes mencionado aplica a campos múltiples de política pública. Uno de ellos es el de la política de inmigración. En ese campo, donde el país sigue manteniendo una ley pública obsoleta y divorciada del enorme rol positivo que las personas migrantes juegan en los EUA, como también con relación a sus países de origen, la posibilidad de que se lleguen a aprobar cambios positivos y sensatos es remota, aunque no imposible. Mucho dependerá del trabajo de incidencia local que se pueda impulsar en aras de generar apoyos desde los distritos legislativos, como también desde los Estados, que urjan la aprobación de reformas legislativas sensatas en áreas claves de la política de inmigración. Tales soluciones deben partir del reconocimiento del valor altamente positivo que las personas migrantes tienen para los múltiples campos de interés nacional.

Lo anterior nuevamente sugiere que el trabajo más importante que se debe seguir haciendo es promoviendo el grado de organización comunitaria con un énfasis en construir capacidad propia de influencia, como también capacidad de articular trabajo colaborativo amplio con sectores económicos y sociales claves que permitan amplificar el trabajo de incidencia en tomadores de decisiones claves, republicanos y demócratas. Además, el fortalecimiento del trabajo organizativo por parte de organizaciones dirigidas por y comprometidas con el bienestar de comunidades migrantes debe incorporar de una manera más deliberada el desafío de narrativas tóxicas acerca de personas migrantes, y promover las mil y una maneras en que las personas migrantes representan una verdadera bendición para las comunidades donde vivimos. Finalmente, este trabajo debe también enfocarse en la educación de las personas que pueden votar en los EUA. Nuestra meta debe ser que estas personas ejerzan ese derecho desde una base sólida de conocimiento sobre cuáles son los intereses más preciados para las personas de origen latinoamericana; incluyendo la participación en procesos de rendición de cuentas constantes de quienes son electos o desinados para cargos de servicio público. Esta es la única manera de asegurar que la participación cívica, democrática y electoral resulte en procesos que conlleven a logros tangibles que impacten positivamente nuestras vidas.

Notas: 

[1] https://www.nytimes.com/interactive/2022/11/09/us/politics/election-misinformation-midterms-results.html
 

[2] https://www.electproject.org/2022g
 

[3] https://www.cnn.com/interactive/2022/politics/exit-polls-2022-midterm-2018-shift/
 

[4] https://www.pewresearch.org/fact-tank/2022/10/12/key-facts-about-hispanic-eligible-voters-in-2022/

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